La elección del cepillo de dientes es una decisión fundamental que influye directamente en la eficacia del cepillado, por eso, queremos explicarte las razones poderosas que influyen en una adecuada selección.
Para elegir el mejor cepillo de dientes, además de que se ajuste a nuestra boca y necesidades, también debemos tener en cuenta algunas otras características que son importantes. De esta manera obtendremos mejores resultados cuando nos lavemos los dientes, además de que evitaremos estar cambiando a cada rato nuestro cepillo. A continuación te sugerimos algunas cosas que debes tener en cuenta al respecto.
La mayoría de los especialistas sugieren que lo mejor es elegir un cepillo de dientes de textura mediana. Es decir, un cepillo cuyas cerdas no sean duras ni muy blandas. De esta manera protegeremos nuestros dientes, especialmente su esmalte.
Lo mejor es escoger un cepillo de dientes de cabeza pequeña o mediana, evita los grandes. Esto es así porque, evidentemente, con un cepillo de cabeza pequeña tendremos la posibilidad de limpiar mejor cada rincón de nuestra boca y dientes, llegando a zonas que de otra forma no podríamos.
En cuanto al mango, lo mejor es un cepillo de dientes que sea antiderrapante. Esto nos asegurará mejor control y seguridad ya que en ocasiones un cepillo que se nos resbale o escape de las manos nos puede provocar alguna lesión en la boca. Por su parte, los cepillos flexibles son también buenos, ya que de esta manera lograremos limpiar mejor cada rincón de nuestra boca.
Las cerdas del cepillo que elijamos pueden tener características distintas. Es decir, pueden ser onduladas, rectas, ligeramente curvas, etc. Esto lo podemos decidir con ayuda de nuestro dentista. Asimismo, no hay ningún problema si nos decidimos por algún cepillo que tenga limpiador de mejillas y lengua.
Finalmente, debemos cambiar o sustituir nuestro cepillo de dientes cuando este tenga las cerdas desgastadas o en mal estado. Si se encuentran bien, lo mejor sería hacerlo cada tres meses, de esta manera puedes evitar la acumulación de gérmenes.