En la Policlínica Sciaini queremos enseñarte que el bruxismo se produce cuando una persona aprieta los dientes (sujeta fuertemente los dientes superiores e inferiores) o los hace rechinar (deslizar o frotar los dientes de atrás hacia adelante uno sobre el otro).
CAUSAS DEL BRUXISMO
Las personas pueden apretar y rechinar los dientes sin ser consciente de ello. Esto puede suceder tanto durante el día como durante la noche, aunque el bruxismo relacionado con el sueño a menudo es el mayor problema ya que es más difícil de controlar. Los factores que influyen varían de una persona a otra y pueden abarcar:
– Estrés elevado
– Tiempo e intensidad alta y prolongada apretando fuerte y rechinando los dientes
– Dientes desalineados
– Postura corporal incorrecta o poco conveniente.
– Baja capacidad de relajación
– Dieta inapropiada
– Hábitos al dormir
SÍNTOMAS
Apretar los dientes puede ejercer presión sobre los músculos, tejidos y otras estructuras alrededor de la mandíbula. Los síntomas pueden causar problemas de la articulación temporomandibular (ATM). El rechinamiento puede desgastar los dientes y puede ser tan ruidoso en las noches como para molestar el sueño de los compañeros de dormitorio. Los síntomas del bruxismo abarcan:
– Ansiedad, estrés y tensión
– Depresión
– Dolor de oído (debido en parte a que las estructuras de la articulación temporomandibular están muy cerca del conducto auditivo externo y a que usted puede percibir dolor en un lugar diferente de su fuente, lo cual se denomina dolor referido)
– Trastornos alimentarios
– Dolor de cabeza
– Sensibilidad muscular, especialmente en la mañana
– Sensibilidad a las cosas calientes, frías o dulces en los dientes
– Insomnio
– Dolor o inflamación de la mandíbula
TRATAMIENTO
Los objetivos del tratamiento son reducir el dolor, prevenir el daño dental permanente y disminuir el rechinamiento de los dientes lo más que se pueda. Para evitar daño a los dientes, a menudo se utilizan protectores bucales o férulas de descarga para el tratamiento del rechinamiento y apretamiento de los dientes y de los trastornos de la articulación temporomandibular. Una férula puede ayudar a proteger los dientes de la presión del rechinamiento.