Encías más sanas gracias a las ortodoncias
Aunque no todo el mundo es consciente de ello, el sangrado e inflamación de las encías es un problema de salud importante, ya que la periodontitis se asocia con distintas enfermedades muy graves y potencialmente mortales como pueden ser las cardiovasculares, distintos tipos de cáncer, diabetes…Gracias a las ortodoncias podremos evitar esto.
Pero, además, en sus estados más graves, la periodontitis puede causar la pérdida irreversible de los dientes.
Aunque es cierto que hay personas con mayor propensión genética a la inflamación de las encías, y que hay factores que pueden hacernos más vulnerables (como las hormonas, en el caso de las mujeres) es necesario mantener las encías sanas. Para ello es clave que no se acumule placa y sarro, ya que la gingivitis se debe a los efectos a largo plazo de los depósitos de placa. La ortodoncia alinea los dientes, con lo que es más fácil limpiarlos correctamente y evitar esa acumulación de placa (compuesta fundamentalmente de bacterias y residuos de alimentos acumulados) que puede provocar la inflamación.
Disminuye el riesgo de caries
Si los dientes no están correctamente alineados y hay zonas inaccesibles para los filamentos del cepillo y de la seda dental, aunque se realice una correcta higiene dental después de cada comida, es muy posible que se acumule placa dental e incluso restos de alimentos entre los dientes que podrían favorecer la formación de caries.
Las ortodoncias colocarán adecuadamente los dientes permitiendo que la higiene oral sea más efectiva y se reduzca el riesgo de caries.
Mejora de la mordida
Un buen encaje de la mandíbula y de la maxilar permite que los músculos se contraigan sin sobrecargas, ni excesos de fuerza y sin que se resienta el cartílago de la articulación que une las dos partes de la mandíbula.
Cuando dientes y muelas inferiores y superiores no coinciden y hay una mala oclusión, el músculo masetero se sobrecarga y deriva la tensión, tanto al cartílago, que se desgasta produciendo dolor y dislocaciones, como al trapecio.
Esto puede provocar contracturas en la parte alta de la espalda (llegando incluso el dolor a cuello, oídos o cabeza). Al mejorar la oclusión mediante las ortodoncias se distribuye el esfuerzo del encaje entre todas las piezas evitando estos efectos secundarios.
Otra consecuencia asociada de una buena oclusión es la mejora en las digestiones, ya que una mordida más eficaz hace que se mastiquen mejor los alimentos, con lo que llegan al estómago más triturados, se optimiza su aprovechamiento y se digieren mejor.
Menor desgaste dental
Cuando las piezas no coinciden correctamente en el cierre, chocan las partes que sobresalen al apretar los dientes. Con el tiempo este roce va erosionando la superficie de estas piezas dentales y acelera su rotura y agrietamiento (lo que favorece la aparición de caries e infecciones).
Te sentirás mejor
Uno de los efectos más maravillosos que provocan las ortodoncias es que los pacientes sonríen más según avanza el tratamiento y al término, porque se sienten más seguros del aspecto de su sonrisa.
Normalmente la mejora de la estética de la sonrisa (y también facial) redunda en un incremento de la autoestima de los pacientes, ya que se encuentran más a gusto con la imagen que les devuelve el espejo.
Existen numerosas investigaciones que analizan los efectos positivos de la sonrisa. Los estudios demuestran que lucir una bonita sonrisa mejora las relaciones sociales, tanto en lo personal como en lo profesional, ya que las personas que más sonríen son percibidas por los demás como más eficientes en su trabajo y más atractivas, entre otras muchas cosas. Pero además sonreír nos hace liberar más endorfinas, reduce el estrés, nos equilibra el humor y nos hace vivir más y mejor.